El huevo forma parte cotidiana de nuestra alimentación. Sin embargo, se han generado muchos mitos alrededor de su consumo. Durante muchos años, el consumo de huevo estuvo limitado en aquellas dietas para tratar las enfermedades relacionadas con el exceso de grasas y colesterol en la sangre; su ingesta quedaba reducida a una o dos unidades a la semana. Además, la yema era restringida en su totalidad.
Aunque aún existen distintas teorías, nuevos estudios han demostrado que lo que realmente afecta es un alto consumo de grasas malas o saturadas sobre las grasas buenas y el colesterol, por lo que la ingesta moderada de huevo no incide directamente sobre el colesterol en la sangre, siempre y cuando se acompañe de una dieta balanceada y ejercicio frecuente.
Aporte nutricional del huevo
Un huevo de gallina de tamaño mediano (sin freír) aporta entre 75 y 80 calorías. No brinda calorías de azúcares ni fibra. En 100 gramos de huevo, el aporte de grasa es de 10 a 12 gramos, y de 550 miligramos de colesterol.
Aminoácidos. La proteína del huevo es de altísima calidad y otorga todos los aminoácidos esenciales para el organismo.
Grasas buenas. Son las que predominan, como las del grupo Omega 3, que ayudan a mejorar el funcionamiento cerebral y a prevenir ataques al corazón.
Lecitina. Además de ésta, también tiene fosfolípidos, los cuales ayudan a mantener en buen estado las membranas de todas las células del organismo.
Vitaminas y minerales. Son una excelente fuente de hierro y calcio concentrado en la yema, así como fósforo, potasio, sodio y magnesio.
4 tips para consumir huevo
1. Debe conservarlo siempre refrigerado. Su duración es de aproximadamente 28 días
2. Se deben consumir aquellos de cáscara limpia. Rechaza los rotos y cuartados
3. Evita cocinarlos con grasa. Prueba con los huevos cocidos en agua.
4. Integra la clara del huevo a tus guisos y recetas para aumentar la cantidad de proteína.