Para cutis deshidratados, irritados, envejecidos y manchado.
La piel con estas características tiene una tonalidad mate y un aspecto apagado y gris. Además, produce sensación de sequedad y es muy propensa a arrugarse y mancharse con facilidad.
Mascarilla de plátano y avena. Pelar un plátano pequeño muy maduro y machacarlo hasta formar una masa. Verter sobre ésta una cucharadita de miel y una cucharada de harina de avena. Mezclar con un tenedor hasta formar una pasta homogénea y aplicar la pasta sobre la piel formando círculos. Dejar actuar durante 15 minutos y eliminar con la ayuda de agua tibia.
Mascarilla de melocotón. Colocar en una batidora un melocotón mediano maduro y batir hasta obtener una masa consistente. Luego, mezclar con la yema de un huevo y aplicar directamente sobre el rostro durante 20 minutos. Pasado ese tiempo, aclarar con agua tibia.
Mascarillas de uvas y cerezas. Aplastar con un tenedor cinco uvas verdes y cinco cerezas hasta logra una masa consistente. Mezclar con 3 cucharadas de avena y 3 cucharadas de leche entera. Aplicar sobre el rostro y retirar después de 15 minutos. Esta mascarilla combate las arrugas provocadas por la gesticulación. Mascarilla de frambuesas. Elaborar una mascarilla con 25 g de frambuesas majadas, una cucharada de yogur natural y otra de harina cebada. Mezclar y aplicar sobre el rostro durante diez minutos. Retirar con agua fresca.
Mascarilla de germen de trigo. Añadir cuatro cucharadas de germen de trigo en una decocción de zanahorias. Extender ésta sobre la cara bien limpia durante aproximadamente veinte minutos. Esta mascarilla proporcionará elasticidad a la piel.
Mascarilla de miel y oliva Preparar una mascarilla casera mezclando, a partes iguales, miel de abeja, suero fisiológico y aceite de oliva. Con la cara recién lavada, aplicar la mascarilla durante 20 minutos. Retirar con abundante agua tibia. Por último, aclarar en frío para fortalecer los músculos del rostro.